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6 escenarios en los que SÍ se podría poner fin al cierre del Gobierno

(CNN) — El martes, el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, retomará la propuesta —ya condenada al fracaso— del presidente Donald Trump de reabrir al Gobierno ofreciendo protecciones temporales para los beneficiarios de DACA a cambio de dinero para construir su muro fronterizo. Luego, el miércoles, la presidenta Nancy Pelosi votará en la Cámara sobre una resolución continua que reabrirá al Gobierno hasta el 28 de febrero. Pasará a la Cámara y será ignorada por el Senado.

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CNN ESPAñOL — (CNN) — El martes, el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, retomará la propuesta —ya condenada al fracaso— del presidente Donald Trump de reabrir al Gobierno ofreciendo protecciones temporales para los beneficiarios de DACA a cambio de dinero para construir su muro fronterizo. Luego, el miércoles, la presidenta Nancy Pelosi votará en la Cámara sobre una resolución continua que reabrirá al Gobierno hasta el 28 de febrero. Pasará a la Cámara y será ignorada por el Senado.

Entonces, sigue el estancamiento. Y, si eso sucede, sumaremos 33 días en el cierre de Gobierno más largo de la historia de Estados Unidos con absolutamente cero posibilidades de llegar a un acuerdo. Además, a medida que continúa el cierre, ambas partes se afianzan más e invierten en negarse a ceder, lo que hace cada vez más probable que esto se prolongue MUCHO más.

MÁS: Verificación del discurso de Trump sobre la frontera y la oferta de DACA

Incluso los miembros más optimistas del Congreso están admitiendo, públicamente y en privado, que no tienen buenas ideas (o incluso ideas mediocres) sobre cómo poner fin a este cierre. Lo que me llevó a pensar en lo que se necesitaría para romper el atasco, terminar este juego y hacer que los 800.000 trabajadores federales sin trabajo o trabajando sin remuneración vuelven al trabajo y con paga. Aquí hay seis escenarios posibles:

1) Revuelta republicana del Senado

Hasta la fecha, los republicanos moderados en el Senado como Lisa Murkowski de Alaska y Susan Collins de Maine no han hecho mucho para presionar a McConnell o la Casa Blanca para que abandonen su posición actual. Murkowski, en particular, ha denunciado el cierre y la incapacidad del Congreso para hacer algo al respecto, pero no ha amenazado con ponerse del lado de los demócratas o algo por el estilo para cambiar fundamentalmente el cálculo de la votación. (Incluso si Murkowski votara con los demócratas, probablemente no importaría. McConnell controla qué propuestas obtienen los votos en el Senado. Y necesita 60 votos para finalizar el debate sobre cualquier parte de la legislación y pasar a una votación final.) McConnell es una criatura política y podría reaccionar si algunos de sus miembros potencialmente vulnerables en 2020, como Collins o Cory Gardner de Colorado, se acercaran a él y dijeran que el cierre prolongado realmente está dañando sus posibilidades de reelección. Eso no parece haber sucedido todavía.

2) Líneas masivas en los principales aeropuertos del país

Hemos visto algunas filas escandalosas, especialmente en el aeropuerto LAX, en los últimos 10 días, así como cierres esporádicos de terminales en Miami y Baltimore debido a un mayor número de agentes de la TSA que no se reportan a trabajar durante el cierre. (Los informes más recientes sobre LAX sugieren que los tiempos de espera no son peores de lo normal). Si las colas en los aeropuertos de las principales ciudades centrales como Atlanta y Chicago comenzaron a aumentar o hay problemas en aeropuertos como Washington Reagan o LaGuardia y JFK en Nueva York, donde muchos políticos y tipos de medios viven y trabajan, eso podría cambiar la ecuación.

3) Una violación de seguridad

Este es el peor escenario para todos los involucrados. Si el personal de la TSA, la protección del Servicio Secreto y los viajes a eventos de alto perfil como el Super Bowl continúan siendo afectados por el cierre, existe al menos la posibilidad de que el déficit pueda hacer que alguien incumpla la seguridad y represente una amenaza potencial. Una situación tan catastrófica probablemente conduciría a a) una reapertura inmediata del gobierno y b) una estimación de cómo nuestra polarización política tiene consecuencias peligrosas en el mundo real.

4) Demócratas novatos en pánico

Hay 23 novatos demócratas que representan escaños en la Cámara de Representantes en distritos en los que Donald Trump ganó en las elecciones de 2016. Si bien Pelosi los ha mantenido en un bloqueo total desde el inicio del cierre, cuanto más tiempo se prolonga, más empezarán a preocuparse por cómo afectará sus posibilidades de reelección. Aunque las encuestas nacionales muestran que la mayoría del país se opone al muro y culpa a Trump y a los republicanos por el cierre, la historia no es tan clara en algunos de estos distritos que han demostrado estar dispuestos a votar por Trump. Dicho todo esto, Pelosi, en la última década, ha demostrado que disfruta de un control férreo sobre su grupo. Es difícil ver que eso cambie pronto.

5) Declaración nacional de emergencia

Si Trump decidiera declarar la situación en la frontera como una emergencia nacional, el Gobierno volvería a abrir en cuestión de días. Trump tomaría los 5.000 millones de dólares para la construcción del muro de los fondos militares ya asignados por el Congreso, eliminando así el obstáculo que actualmente mantiene al Gobierno cerrado. Pero el asunto es que se siente como si ese barco ya hubiese zarpado. A principios de este mes, Trump parecía estar preparándose para hacer una declaración de emergencia, e incluso fue instado a hacerlo por el senador republicano Lindsey Graham, uno de sus aliados más vocales. Pero él se apartó de esa opción. Durante una visita a la frontera en McAllen, Texas, Trump dijo que “la solución fácil es que llame una emergencia nacional… pero no lo haré tan rápido”. Si Trump aún no ha dado el paso legalmente cuestionable, y se ha dirigido a la nación dos veces desde el comienzo del año, ¿por qué lo haría ahora?

6) Trump se da por vencido

El presidente parece estar muy convencido de esto, especialmente después de haber aceptado a regañadientes dos veces durante su mandato para mantener al Gobierno abierto a pesar de no obtener el dinero para el muro que él quería. Pero estamos hablando de Trump, un hombre que ha construido toda una vida siendo muy, muy impredecible. No hay duda de que Trump ve el sondeo que sugiere que está “perdiendo” este cierre, y odia perder. La pregunta es cuán bajos deberían ser sus números en las encuestas antes de que Trump decida cortar y alejarse del cierre. La pelea de cierre se ha vuelto profundamente personal, con Pelosi y Trump intercambiando ofensas a través de Twitter y declaraciones públicas. Trump es de piel muy fina y, por lo tanto, el nivel de animosidad personal entre él y Pelosi podría impedirle rendirse.

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