Education

Las escuelas ya estan buscando por una "educación básica sólida"

La demanda de 1994 a la que se sumó la junta de educación del condado de Halifax resultó eventualmente en una sentencia y una directiva para Carolina del Norte: Cada escuela debe tener un maestro de alta calidad en cada aula, un director de alta calidad y bien preparado, y suficientes recursos para una enseñanza eficaz.

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Emily Walkenhorst y Cristin Severance
, WRAL periodistas
LITTLETON, N.C. — En algunos lugares del condado de Halifax, se pintan los colores de una educación básica sólida. No es suficiente para un cuadro completo.

Los líderes del distrito escolar de este condado rural se enorgullecen de la innovación que se está produciendo en el sistema educativo del condado. Poco a poco, las escuelas "F" están pasando a "D". Las escuelas "D" están pasando a "C". En una escuela, la primaria Aurelian Springs, los alumnos de preescolar a segundo grado están aprendiendo el español y el inglés a lo largo del día.

Es una escuela que se enfoca en estudios globales; todas las escuelas del distrito tienen temas ahora, con la intención de atraer a los alumnos y a las familias. Como las escuelas magnet que tendría un condado más grande, pero aquí en Littleton, un área rural.

Este no es el mismo sistema escolar del condado de Halifax donde la junta escolar demandó a Carolina del Norte en 1994, con otras cuatro juntas escolares y familias, diciendo que el estado no les daba suficiente dinero para educar a sus alumnos.

Aunque, en cierto modo, lo es.

Los libros colocados en los estantes de la biblioteca de Aurelian Springs, iluminados por una claraboya, son de décadas atrás. Uno de ellos pretende contar al lector cómo viven los niños en la Alemania Occidental, aunque ese gobierno se disolvió en 1991.

Aunque los alumnos hablan español en sus clases, lo dejan de hacer después del segundo grado, y no tienen clases de arte o música u otras clases especiales, aparte de la educación física.

A dos millas de Aurelian Springs, la escuela secundaria que prepara a los alumnos para la universidad y los trabajos técnicos no tiene recursos para pagar un maestro de español, así que los alumnos que no hablan español no pueden aprenderlo ahí.

"Es casi una pérdida de tiempo invertir en el programa, si no podemos continuarlo hasta el final", dijo el director de Aurelian Springs, Marcus Jones. "Por eso es tan importante que consigamos el material y el personal para apoyar el programa".

Los líderes de las escuelas del condado de Halifax tienen aspiraciones más grandes que sus bolsillos, más amplias que la lectura, la escritura o la aritmética. Esto es esencial, dicen, pero no es lo único esencial.

El distrito está a sólo unos años del apogeo del escrutinio estatal sobre sus finanzas y sus escuelas de bajo rendimiento. Todavía tiene una de las tasas más altas de rotación de maestros entre los distritos escolares de Carolina del Norte. Dos escuelas siguen siendo escuelas "F". Ninguna es una escuela "A" o "B". Los porcentajes de alumnos que leen o hacen matemáticas de forma competente han mejorado, pero siguen estando por debajo de las medias estatales.

Hoy en día, los líderes escolares saben que el éxito no sólo surge del dinero. Pero dicen que el éxito surge de las ideas. Y con dinero se puede pagar por esas ideas.

“En el fondo todo está relacionado con el dinero", dijo el superintendente Eric Cunningham. "Estamos tan cerca".

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'Cosas que deberíamos tener'

La demanda de 1994 a la que se sumó la junta de educación del condado de Halifax resultó eventualmente en una sentencia y una directiva para Carolina del Norte: Cada escuela debe tener un maestro de alta calidad en cada aula, un director de alta calidad y bien preparado, y suficientes recursos para una enseñanza eficaz.

Llamada la demanda "Leandro" por uno de los alumnos demandantes originales, sigue sin resolverse en su mayor parte. El Tribunal Supremo de Carolina del Norte se puso del lado de los demandantes y ha ordenado al estado que proporcione una "educación básica sólida" a los alumnos del estado. Desde esa decisión inicial, los jueces del tribunal superior han seguido considerando que el estado no lo está logrando.

Los resultados de los exámenes se han estancado; alrededor de la mitad de los alumnos aprueban los exámenes de fin de grado y fin de curso, mientras el estado establece metas ambiciosas de crecimiento.

Por ley, el Estado debe pagar por la educación. Los condados sólo son responsables de los gastos de capital, como los nuevos edificios, las reparaciones y las renovaciones.

El estado - principalmente la Junta Estatal de Educación y el gobernador Roy Cooper - presentó un plan en marzo de 2021 para mejorar las escuelas. El plan se basó en un informe de la consultora educativa WestEd y sus socios, el Instituto de Políticas de Aprendizaje y el Instituto Friday de la Universidad Estatal de Carolina del Norte. La Fundación A.J. Fletcher aportó $50,000 para el informe que costó aproximadamente $2 millones. Algunos ejecutivos de Capitol Broadcasting Co., propietaria de WRAL-TV, forman parte del consejo de la fundación.

El juez W. David Lee aprobó el plan y, en noviembre, ordenó la transferencia de fondos estatales para implementarlo. Un panel del Tribunal de Apelaciones bloqueó la orden de Lee, sosteniendo que sólo la Asamblea General puede asignar los fondos.

Un consorcio de organizaciones sin fines de lucro llamado Every Child NC (Todos los Niños en Carolina del Norte) aboga por el plan y estima que les proporcionaría a las escuelas del condado de Halifax, que tienen unos 2,000 alumnos, $8 millones más para realizar su trabajo. Los fondos casi se duplicarían para los alumnos con discapacidades, se triplicarían para el apoyo instructivo y casi se triplicarían para los alumnos desfavorecidos para el año escolar 2027-28.

En conjunto, los 1.5 millones de alumnos de las escuelas públicas de Carolina del Norte recibirían $3.7 mil millones más al año, incluyendo 15 veces los fondos actualmente designados para los alumnos desfavorecidos. Los fondos serían más del triple para los alumnos con un dominio limitado del inglés y más del doble para el apoyo instructivo, los libros de texto y los materiales de clase.

"Yo sé que en mi condado tenemos buenos maestros. Tenemos buenos directores", dijo Steve Hunter, el director de Northwest Collegiate and Technical Academy (la escuela que prepara a los alumnos para la universidad y los trabajos técnicos). "Pero los recursos siempre tienen su papel".

Los líderes de las escuelas del condado de Halifax dicen que están pidiendo cosas que otras escuelas considerarían básico.

"Estoy pidiendo cosas que deberíamos tener", dijo Hunter.

Steve Hunter, principal of Northwest Collegiate and Technical Academy

La escuela de Hunter recibe un par de millones más cada año por participar en un programa estatal llamado Restart (Nuevo Comienzo) para mejorar su rendimiento, pero eso sólo ha sido un comienzo para Hunter. Con más dinero, Hunter contrataría al maestro de español, compraría más instrumentos para la banda, llevaría a los alumnos a excursiones y ofrecería más programas de preparación para la carrera y la universidad.

Hunter quiere que la gente piense en su escuela - la misma escuela secundaria en la que él se graduó en 1987 - como algo distinto al estereotipo de una escuela pobre y abandonada. No es así.

La calificación de la escuela de 300 alumnos repuntó en el primer año de Hunter, pasando de una "D" a una "C". La tasa de graduación en cuatro años subió del 71% al 83%.

Para lograrlo, Hunter enfatizó el trabajo en equipo. Los docentes y el personal trabajaron juntos en un plan enfocado en cumplir con las medidas estatales de rendición de cuentas.

"Creo que estamos en camino para convertirnos en una escuela B", dijo Hunter. "Y eso sería extraordinario para una escuela puramente de Título I en el este de Carolina del Norte, convertirse en una escuela B".

Una escuela de Título I tiene más alumnos que viven en la pobreza. Así son todas las escuelas de Halifax.

Northwest High School passing 1, Leandro 1 project 2022
Más financiación local, mejores resultados en los exámenes

Mientras Hunter planifica lo que puede costear, los datos sugieren algunas correlaciones entre la financiación y las calificaciones de rendimiento. Las calificaciones de rendimiento consisten en un 80% en los resultados de los exámenes y un 20% en las calificaciones de crecimiento académico.

El equipo de noticias de WRAL analizó los datos de financiación y rendimiento escolar del año escolar 2018-19, el último año para el que los datos de ambos estaban disponibles.

Los datos muestran una correlación positiva y estadísticamente significativa entre el porcentaje y la cantidad de dólares de la financiación de un distrito escolar que procede de fuentes locales y la calificación del rendimiento del distrito escolar.

Lo contrario también es cierto: Una mayor dependencia de la financiación estatal está correlacionada con una calificación de rendimiento más baja. Los datos no mostraron una relación entre la cantidad de dólares del gasto estatal y la calificación del rendimiento.

Básicamente, las escuelas que dependían más de la financiación local - y que gastaban más dólares locales - obtuvieron mejores resultados que las que dependían más del estado y gastaban menos localmente. No está claro por qué ocurre esto.

Los distritos con más alumnos económicamente desfavorecidos, que a menudo obtienen resultados más bajos en los exámenes, califican para recibir más dinero del estado. Los condados más prósperos pueden recaudar más dinero de los impuestos y tienen una menor proporción de alumnos económicamente desfavorecidos. Los condados también suelen gastar el dinero de manera diferente en comparación con el estado. Cuando los condados utilizan sus propios fondos, alrededor del 60% se destina a salarios y beneficios y el resto a materiales y otros recursos. Cuando el estado gasta dinero en educación, aproximadamente el 90% se destina a salarios y beneficios.

Las escuelas de la ciudades de Chapel Hill-Carrboro, que tienen uno de los índices de pobreza más bajos en el estado, recaudan la mayor cantidad de dinero a nivel local y tienen algunas de las escuelas de mayor rendimiento. Frecuentemente se identifica como un ejemplo del tipo de distrito al que todos los niños de Carolina del Norte deberían asistir.

La superintendente Nyah Hamlett dijo que lo que distingue al distrito es el apoyo que proporciona a los alumnos. El distrito tiene un psicólogo y una enfermera en cada escuela, tres enfermeras escolares adicionales que se mueven entre las escuelas y un especialista en salud mental en cada escuela secundaria. El distrito está planeando contratar a especialistas en salud mental para cada escuela intermedia.

Nyah Hamlett, Chapel Hill-Carrboro City Schools superintendent

Mientras que otros distritos por todo el estado han tenido dificultades para contratar enfermeras y psicólogos durante años, no ha sido así en las escuelas de la ciudades de Chapel Hill-Carrboro, incluso cuando otros distritos tenían vacantes.

Todos esos recursos están ayudando al distrito a enfrentar las dificultades de los alumnos relacionadas con el COVID-19, dijo Hamlett. Pero los alumnos siguen necesitando más apoyo, dijo, y el distrito debería fijar sus objetivos más altos para ofrecer una "educación moderna de alta calidad y positiva".

"No creo que los distritos escolares en Carolina del Norte puedan decir: 'Tenemos suficiente'", dijo Hamlett.

Batalla legal y política

En los 28 años transcurridos desde que se presentó la histórica demanda de Leandro, los líderes educativos han ido y venido, se han visto cambios en las políticas educativas federales y las expectativas de la sociedad respecto a la educación han aumentado una y otra vez.

A lo largo de estas últimas tres décadas, los líderes de Carolina del Norte de todo el espectro político están de acuerdo en que no hay suficientes escuelas del estado que den la talla.

Los gastos han aumentado desde 1994, incluso cuando se ajustan para tener en cuenta la inflación.

"Y gran parte de ese dinero se ha invertido bien", dijo el presidente pro tempore del senado, Phil Berger, republicano de Rockingham. "Pero no cabe duda de que gran parte no está proporcionando los resultados que el pueblo de Carolina del Norte merece y que nuestros niños necesitan".

La cuestión más urgente para Berger es el enfrentamiento legal entre Lee, el juez que ordenó la transferencia de dinero, y la Asamblea General.

"La verdadera pregunta es quién tiene la autoridad para tomar esas decisiones”, dijo Berger. "Y si no se tiene en cuenta eso, se está perdiendo por completo el punto, y no se está viendo el peligro".

Senate President Pro Tempore Phil Berger, R-Rockingham

Sólo la Asamblea General tiene autoridad para establecer el presupuesto del estado, señala Berger. Además, Berger dijo que la Asamblea General es la responsable de decidir si se arreglan las escuelas del estado y cómo.

Los defensores del plan Leandro no están de acuerdo con estas dos ideas.

Rick Glazier, director ejecutivo del Centro de Justicia de Carolina del Norte, una organización sin ánimo de lucro, dijo que el estado ha aceptado un plan que un juez ha ordenado, y el estado está obligado a cumplirlo. Otras personas demandadas en un tribunal no dirían: "'Sí, gracias, pero no gracias, no vamos a cumplir'", dijo Glazier.

"Serían sancionados, serían declarados en desacato al tribunal. Los tribunales sólo existen si pueden hacer cumplir sus sentencias", dijo Glazier.

Rick Glazier, executive director of North Carolina Justice Center

El Centro de Justicia presiona a los legisladores para que apoyen el plan Leandro y promueve el plan a través de su propio trabajo y su participación en Every Child NC.

Robb Leandro, quien prestó su nombre a la demanda Leandro, pensó que el caso habría terminado hace más de 20 años. Él aceptó unirse a la demanda cuando tenía 14 años.

En aquel entonces, él recuerda que su escuela del condado de Hoke no tenía dinero para laboratorios de ciencias. En una televisión de circuito cerrado, él y sus compañeros veían a los alumnos de las escuelas de las ciudades de Chapel Hill y Carboro trabajar en sus laboratorios de ciencias.

Los uniformes deportivos de la escuela secundaria a la que asistió Leandro eran de 20 años atrás. Los libros de texto eran igual de viejos. A veces, se acababa el papel en su escuela.

"Nosotros pensamos que el caso se decidiría, tal vez para mi último año", dijo Leandro. "Todos estos recursos podrían llegar si queremos, y entonces sería estupendo".

Sin embargo, Leandro se graduó sin que se lograra una resolución.

Robb Leandro
Un enfoque en el dinero

Carolina del Norte tenía más de 1.1 millones de alumnos en 1994. Otros casi 3 millones de niños de Carolina del Norte - incluyendo dos generaciones completas - han empezado la escuela y se han graduado desde que se presentó la demanda.

Nunca se ha presentado ningún otro plan detallado para remediar las deficiencias, excepto el plan aprobado en los tribunales.

Ahora llamado "el plan Leandro", propone salarios más altos para los educadores y el personal, más programas de apoyo y formación para los educadores, más recursos para las aulas, más personal de apoyo, más financiación para los alumnos con necesidades adicionales, un mejor sistema para la rendición de cuentas y la transformación de las escuelas, la ampliación del preescolar y más preparación para la fuerza laboral y la universidad. El plan requiere un aumento anual del gasto en educación de al menos $5.6 mil millones para el año escolar 2027-28, frente a los $10 mil millones actuales.

En 1994, las escuelas del condado de Cumberland recibían menos dinero por alumno, tanto del estado como a nivel local, que la mayoría de los distritos. Tenían instalaciones abarrotadas y deterioradas, recordó Glazier, ex miembro de la junta escolar.

El distrito, uno de los cinco que presentaron la demanda, se asemejaba a muchos otros de Carolina del Norte que carecían de recursos para los alumnos desfavorecidos, a la vez que tenían altos índices de pobreza, alumnos con discapacidades y alumnos aprendiendo el inglés.

"Todos los problemas de la sociedad llegan a las puertas de las escuelas públicas de todo el país", dijo Glazier.

Las dificultades para algunas escuelas se ven agravadas por el hecho de que los condados con mayor pobreza y menor valor de la propiedad no pueden recaudar los fondos locales que muchos otros sí pueden, dijo Glazier. Hasta cierto punto, él y otros dicen que esos dólares locales están cubriendo gastos esenciales.

Para Glazier está claro que el estado no está cumpliendo con sus obligaciones constitucionales.

"Y eso me parece una circunstancia inaceptable, y un legado que ninguno de nosotros quiere continuar", dijo.

El juez jubilado del Tribunal Superior del Condado de Wake, Howard Manning, dijo que no está de acuerdo ni en desacuerdo con el plan Leandro, pero que es escéptico respecto a la empresa basada en California que dirigió el proyecto y el enfoque del plan en el dinero.

Manning supervisó el caso en el Tribunal Superior del Condado de Wake desde su inicio en 1994 hasta su jubilación en 2015. Durante ese tiempo, Manning viajó a escuelas por todo el estado y habló abiertamente en contra de los líderes de las escuelas deficientes. Él llegó a creer que algunos educadores están más preocupados por sus salarios que por los resultados de los exámenes de sus alumnos.

Retired Superior Court Judge Howard Manning

Manning cree que los resultados de los exámenes deberían mejorar primero, y se ha desilusionado con las propuestas para mejorar las escuelas de Carolina del Norte que incluyen salarios más altos.

Manning ha escuchado las quejas de los políticos y de los líderes educativos durante años, primero de los demócratas en el poder. Cuando se jubiló, los demócratas en el gobierno del estado - es decir, la Junta Estatal de Educación y el gobernador - empezaron a tomar pasos para elaborar un plan Leandro completo, dijo.

"Se gastaron $2 millones en un grupo de personas de California, que vinieron aquí y examinaron nuestro sistema escolar y dijeron: 'Oh, sí, Kumbaya’", dijo Manning.

Glazier cree que Manning ha acertado en muchas cosas relacionadas con Leandro. Pero Glazier cree que el dinero es crucial para poder resolver los problemas causados por la falta de recursos o por no tener las mejores maestras o directores en las escuelas.

"Lo que no reconoció, en mi opinión, es que a un nivel básico, la competencia es crucial", dijo Glazier.

Las mejores maestras y directoras vienen a los condados rurales y se quedan allí si se les paga de forma competitiva, dijo. Y las escuelas necesitan fondos adicionales para los alumnos con más necesidades que quizá no reciban por los límites de financiación.

Los datos demuestran que las escuelas de Carolina del Norte con mayores índices de pobreza tienen más maestras inexpertas y provisionales, mientras que las escuelas con menos pobreza tienen más maestras experimentadas.

"Aunque piensen que el nivel de instrucción no es el que debería ser en el condado 'X', tal vez sea porque el condado 'X' no puede permitirse los materiales de instrucción, los libros de texto, la orientación, el desarrollo profesional", dijo Glazier.

Creando ‘un sentido de urgencia’

Marcus Jones, el director de la escuela primaria Aurelian Springs, ha visto las escuelas del condado de Halifax a lo largo de las décadas. Él se graduó allí en 1993 y consiguió su primer trabajo allí después de graduarse de la universidad.

Marcus Jones, principal of Aurelian Springs Institute of Global Learning

Cuando Jones era alumno, escuchó a miembros de su familia en otros lugares hablar sobre experiencias educativas con las que no podía identificarse. Cuando era maestro, él pagaba por los materiales escolares de su propio bolsillo. Ahora es director y sus maestros siguen pagando por los materiales escolares.

Le gustaría contratar más ayudantes de instrucción para las clases grandes de primaria superior.

La maestra de primer grado Connie Wheeler dijo que los ayudantes de instrucción podrían ayudar a los alumnos a aprender y aprender más rápido. Ella podría trabajar con un grupo de alumnos en su clase mientras un ayudante trabaja con otro. Sería especialmente útil, ya que hay más alumnos que tienen dificultades con la lectura.

"Siento que necesitamos ayuda, para ayudar a la maestra y trabajar con estos niños para proporcionarles más intervenciones", dijo Wheeler.

Menos de la mitad de los alumnos de Aurelian Springs leen competentemente. Antes de la pandemia, el porcentaje de alumnos que leían de forma competente había crecido un poco.

Con más dinero, Jones se aseguraría de que la escuela tenga su propio consejero, su propio trabajador social y su propia enfermera, para asegurarse de que las necesidades de los alumnos estén atendidas y estén preparados para aprender. La escuela comparte los tres con otras escuelas. Jones también gastaría más dinero en el currículo, el arte, la música, las excursiones y otras oportunidades para el aprendizaje experiencial.

El superintendente Eric Cunningham también tiene una visión, aunque sabe que no puede implementarla en su totalidad.

Cunningham quiere que más escuelas tengan programas de inmersión en dos idiomas como Aurelian Springs. Quiere que los alumnos en otras escuelas del condado tengan acceso a los Chromebooks como los de Northwest. Él quiere microscopios para los laboratorios de ciencias. Quiere que todos los alumnos puedan aprender habilidades laborales y que se les pague por ello.

Él ha progresado con respecto al aprendizaje laboral remunerado a través de colaboraciones locales, ayudando a varios alumnos a trabajar en la instalación de paneles solares el verano pasado.

Cunningham sabe que Northwest no puede costear un maestro de español, aunque los alumnos de Aurelian Springs hablen el idioma todos los días. Cunningham quiere que todos lo sepan.

Eric Cunningham, Halifax County Schools superintendent

"Yo estoy creando el sentido de urgencia, donde los padres exigirán que hagamos algo", dijo Cunningham. Él quiere que la comunidad tenga expectativas más altas y presione para que haya consistencia, presione para lograr cosas que el plan Leandro podría financiar.

Steve Hunter, director de Northwest Collegiate and Technical Academy (la escuela que prepara a los alumnos para la universidad y los trabajos técnicos), cree que la política ha dominado demasiado la conversación sobre Leandro y la financiación de las escuelas.

"Tenemos que dejar de discutir sobre 'soy demócrata', 'soy republicano'", dijo Hunter. "No. Somos humanos. Y tenemos un impacto en las vidas de los jóvenes".

Planes para nuevos gastos en educación

Berger, el líder del senado, no ha visitado ninguna de las escuelas del condado de Halifax, al menos no recientemente. Tampoco las escuelas en los otros cuatro condados involucrados en la demanda Leandro. Él le dijo al equipo de noticias de WRAL que no necesita hacerlo. Las escuelas en su propio condado de Rockingham, en la frontera sur del estado, enfrentan desafíos similares y tampoco se están desempeñando al nivel necesario.

Berger está de acuerdo en que muchas escuelas de Carolina del Norte "no están cumpliendo la función que quisiéramos que cumplieran", dijo.

"No creo que haya ninguna duda al respecto. La verdadera pregunta es, ¿cuál es el remedio? ¿Qué es lo apropiado?"

Para Berger, la solución no se trataría principalmente de dinero.

Una solución alternativa a la del plan Leandro ha tardado en llegar, complicada por los problemas financieros. La recesión a finales de la década de los 2000 impulsó a los legisladores republicanos - elegidos como mayoría por primera vez en años en 2010 - a recortar los gastos, incluidos los de las escuelas.

Aunque la financiación del estado para la educación se ha recuperado, bajo el continuo liderazgo republicano, no se ha restablecido necesariamente a como era la financiación antes de la recesión. Por ejemplo, el estado gastó $88.5 millones el año pasado en empleados de la administración en la oficina central, en comparación con los $118 millones durante el año escolar 2008-09. Los fondos destinados para ayudantes de las maestras siguen estando más de $70 millones por debajo de lo que eran antes. Se han recuperado los fondos para el personal de apoyo no docente, pero no han seguido el ritmo de la inflación.

Los legisladores de Carolina del Norte han añadido 19 nuevas fuentes de financiación permanentes desde 2004 que todavía existen, en total unos $710 millones durante el año escolar 2020-21.

La mayoría de las nuevas fuentes de financiación no están disponibles para todas las escuelas. Estos recursos están destinados a escuelas que califican, que aplican para participar o que optan por los programas.

La mayor inversión nueva realizada con fondos estatales para la educación ha sido en el relativamente nuevo programa Restart Schools (Nuevo comienzo para las escuelas), con un total de $456.6 millones durante el año escolar 2020-21 para 29 condados. Las escuelas Restart son escuelas de bajo rendimiento con una flexibilidad similar a la de las escuelas subvencionadas para implementar reformas. El estado cuenta con 152 escuelas Restart, de un total de más de 2,600 escuelas públicas en todo el estado.

Los legisladores aprobaron en noviembre un presupuesto que incluye algo menos de la mitad de los $1.7 mil millones que el plan Leandro propone para este año y el próximo. Aproximadamente dos tercios se destinaron a los sueldos de los maestros y administradores, aunque estos sólo representaban un 40% del plan Leandro aprobado por el tribunal.

El presupuesto también incluye $100 millones para suplementos salariales de maestros y administradores en 95 de los 100 condados de Carolina del Norte, con el objetivo de abordar los desafíos que tienen muchos condados para contratar y retener a los mejores educadores.

Al mismo tiempo, los legisladores aprobaron recortes del impuesto sobre la renta personal y de los impuestos corporativos que reducirán los ingresos anuales del estado en al menos $2 mil millones por debajo de lo que el estado recaudaría.

Recientemente, el presidente de la Cámara de Representantes del estado, Tim Moore, republicano de Cleveland, formó un comité selecto para reimaginar el sistema educativo del estado desde cero. Se espera que su trabajo dure dos años, sin que haya un producto final claro.

Aun así, las escuelas del condado de Halifax y otras siguen presionando para que se lleve a cabo una reforma integral, como la que dicen que contiene el plan Leandro aprobado por el tribunal.

'Dónde está la responsabilidad'

El progreso en el caso Leandro no debería ser tan difícil, dijo Glazier.

"En el futuro, tiene que haber un acuerdo, un acuerdo sostenido entre los partidos, sobre lo que esperamos de nuestro sistema educativo, y lo que creemos que tenemos que aportar a ese sistema para crear esos resultados", dijo.

La pandemia de COVID-19 ha hecho que el plan Leandro sea más urgente para Glazier. Los niños están traumatizados por haber estado fuera de la escuela, por haber tenido que lidiar con la pandemia y quizás incluso la muerte de un ser querido a causa del COVID-19, dijo.

"Cuando se acaba de perder a un padre o una madre, es difícil concentrarse en los estudios sociales", dijo Glazier. Además, las máscaras pueden suponer un reto para la comunicación entre alumnos. "Así que el sistema de apoyo con trabajadores sociales y psicólogos escolares adicionales para los niños es crucial ahora. Y si el dinero no está ahí, es un gran eslabón perdido".

Algunos observadores culpan a ambos partidos políticos por el retraso en la resolución del caso Leandro.

"En mi opinión, es un fracaso de liderazgo en ambos partidos", dijo Letha Muhammad, directora de la Alianza por la Justicia en la Educación. "Cuando vemos los hechos, este fracaso ha sucedido durante un tiempo cuando más de un partido ha estado en el poder".

Como madre y defensora de la educación, Muhammad ha visto cómo los diferentes alumnos experimentan la escuela de forma diferente, incluso en los distritos escolares considerados más prósperos.

La hija de Muhammad estaba desempeñándose por encima de su nivel de grado, pero Muhammad tuvo que pedirle a la escuela de su hija en el condado de Wake que le diera trabajo extra. Ella vio que los niños negros en la clase de su hija enfrentaban más medidas disciplinarias, pero no necesariamente se comportaban de manera diferente. Eso eventualmente la condujo al activismo, incluyendo la lucha por el plan Leandro.

Letha Muhammad, executive director of Education Justice Alliance

"Si yo no me aseguro de que [su hijo de décimo grado] llegue a la escuela, yo podría ser considerada responsable", dijo Muhammad. "Así que no entiendo, y me cuesta, ¿dónde está la responsabilidad para que nuestros funcionarios electos hagan lo que tienen que hacer por mandato constitucional? Esto es asegurar que nuestros alumnos reciban una educación básica sólida".

Pero para Berger, el plan Leandro no representa la obligación constitucional del estado de proporcionar una educación básica sólida.

"Hay que ser capaz de separar la pregunta sobre cuál cree que debe ser la solución, de la pregunta sobre quién tiene la autoridad para tomar esas decisiones", dijo Berger.

Sin embargo, si el Tribunal Supremo de Carolina del Norte determinara que el estado tiene que financiar el plan Leandro, Berger no quiere decir qué haría la Asamblea General.

"Tendremos que ver si eso ocurre", dijo Berger.

'El trabajo más duro que he amado'

Las escuelas del condado de Halifax no son una imagen del éxito. Pero los líderes dicen que están mejorando.

El distrito ha avanzado mucho en sólo un par de años.

Durante varios años, estuvieron en crisis públicamente. Los resultados de los exámenes estaban entre los más bajos en el estado.

Personas externas encontraron una mala gestión financiera. El estado aumentó su supervisión. Algunos residentes presentaron una demanda buscando la consolidación con los dos distritos escolares de las ciudades en el condado. El caso fue desestimado. El alto nivel de gasto por cada alumno no estaba produciendo grandes resultados. Las inscripciones se redujeron por casi la mitad, más rápido de lo que se redujo la población del condado. El distrito no había comprado currículos para guiar la enseñanza de ninguna materia. El ex juez del caso Leandro, Howard Manning, dijo que allí estaba sucediendo un "genocidio académico".

Northwest High School

Eric Cunningham asumió el cargo de superintendente de las escuelas del condado de Halifax en 2016, tras años de luchas en el distrito que repercutían hasta Raleigh.

"Este es el trabajo más duro que he amado", dijo Cunningham. "Las olas de aquí son algo que nunca había encontrado en mis 30 años de experiencia".

A Cunningham le gusta recordar su primer día de clase en 2016. El fue en un autobús de la escuela primaria. Vio a una madre sacando agua de un manantial porque no tenía agua corriente en su hogar. Él vio a otra madre arrancar la puerta delantera rota de su hogar de sus bisagras para dejar pasar a su hijo. Se le salieron las lágrimas. Un niño le dijo que no se preocupara; sólo era el primer día de clase.

"¿Cómo se puede ofrecer una educación básica sólida a estos niños cuando tienen tantas barreras desde el principio?" dijo Cunningham.

Sin embargo, Cunningham es optimista, al igual que sus líderes escolares. Ellos siguen comprometidos con sus planes para mejorar sus escuelas con o sin la financiación del caso Leandro.

Las escuelas del condado de Halifax han recaudado unos $2 millones más a nivel local a través de un nuevo impuesto específicamente para las escuelas. Esto ayuda, pero no es suficiente, dicen los líderes.

"Pero imagínense lo que podríamos hacer si tuviéramos los fondos", dijo Hunter, el director de la escuela secundaria Northwest. Hunter imagina lo que otros condados más grandes pueden permitirse. "Si esta pobre escuela de Título I en el este de Carolina del Norte es una escuela 'C'. Imagínense si tuviéramos los millones extra de una base fiscal que no tenemos. Si la tuviéramos, ¿qué podríamos hacer? Imagínense nada más".

This story is the first of several in an occasional series exploring the Leandro lawsuit and how to ensure a "sound basic education" for all of North Carolina's children. The project is supported with funding from the Education Writers Association's fellowship program. Funding from the program paid for Spanish translations of this story and other content in this project.